martes, 6 de julio de 2010

Los Fichines de la Vida ... Hay que quererse más


Las instituciones laicas y eclesiales de nuestro país han jugado el juego de la hegemonía en sus variantes mas diversas y polémicas. Han sostenido diversos encuentros y desencuentros a lo largo de la historia. Me he propuesto reseñar algunos aquí y evitar los fanatismos y lugares comunes que pululan en la prensa por esto días. Para iniciar sesión: INSERT COIN.

LEVEL ONE ¿A quién le molestaría la existencia del registro civil?

Bajo la presidencia de Don Julio Argentino Roca se creó el Registro Civil que llevó por primera vez un registro estatal de nacimientos, casamientos y defunciones lo que le permitió al Estado Nacional manejar sus propios padrones electorales y diseñar políticas públicas. Esta iniciativa mas la desarrollada por Sarmiento desde la Dirección Nacional de escuelas le valieron no menores chisporroteos en la relación con Roma.

LEVEL TWO ¿Cómo debe estudiar el piberio?


En 1884 se sancionaría la Ley 1.420, que establecía la enseñanza primaria gratuita y obligatoria para todos los habitantes del país lo cúal permitió la proliferación de escuelas estatales lo que desató una dura polémica que condujo a la ruptura de relaciones con el Vaticano. Muchos años mas tarde sectores sociales vinculados con la enseñanza religiosa vitorearon la decisión del presidente Arturo Frondizi de permitir a las universidades privadas otorgar títulos habilitantes. En respuesta, cuenta Susana Viau "... tuvo lugar la mayor manifestación que en defensa del sistema de enseñanza pública argentino se haya generado en todo el siglo XX. Fue la divisoria de aguas de una discusión cultural que aún no ha sido saldada en el país".


LEVEL THREE ¿Poligamias secuenciales?



El matrimonio es una institución social que crea un vínculo conyugal entre sus miembros. Este lazo es reconocido socialmente, ya sea por medio de disposiciones jurídicas o por la vía de los usos y costumbres. El matrimonio establece entre los cónyuges —y en muchos casos también entre las familias de origen de éstos— una serie de obligaciones y derechos que también son fijados por el derecho, que varían, dependiendo de cada sociedad. De igual manera, la unión matrimonial permite legitimar la filiación de los hijos procreados por sus miembros, según las reglas del sistema de parentesco vigente.

El matrimonio puede ser civil o religioso y, dependiendo de la religión o del ordenamiento jurídico, los derechos, deberes y requisitos del matrimonio son distintos. Ahora bien, no todas las sociedades establecen la distinción entre matrimonio civil y matrimonio religioso, válida sólo en Occidente. Hasta hace menos de dos centurias sólo había matrimonio religioso, al que se considera un sacramento.

En 1867 se celebró en circunstancias anecdóticas, uno de los primeros matrimonios civiles de la Argentina en Esperanza (Santa Fe) entre el herrero protestante Alois Tabernig y la católica Magdalena Moritz. La boda se celebró bajo el "Árbol de la libertad" equidistante de los templos de ambos credos y frente a una asamblea de vecinos para evitar renunciar a sus cultos y expersar la voluntad según la tradición de los cantones suizos.

Desde el punto de vista del derecho occidental, el matrimonio constituye una unión de dos personas que tiene por finalidad constituir una familia. Hasta hace pocos años se consideraba un elemento esencial de la definición el hecho que ambos contrayentes debían ser de sexo opuesto, pero en el último tiempo este elemento ha sido objeto de moderaciones debido a la introducción, por algunos ordenamientos, del matrimonio entre personas del mismo sexo.

LEVEL FOUR ¿Para qué continuar con esto?



Algunas fuentes de la world wide web indican que el primer proyecto de ley de divorcio "fue presentado en 1888 pero su tratamiento fue bloqueado sucesivamente por los sectores católicos y conservadores". Ya a mediados del siglo veinte el presidente Juan Domingo Perón impulsó un proyecto que fue transformado en ley lo cual le valió la excomulgación a legisladores peronistas. La autodenominada Revolución Libertadora derogó la ley en 1955.
La Ley 23.515, sancionada el 3 de Junio 1987, modifica el Código Civil y establece el divorcio vincular por lo cúal queda disuelta la sociedad conyugal y se produce la ruptura del vínculo. Hasta el año 1987 la figura legal del divorcio no disolvía el vínculo del matrimonio, sólo se hacía una división de bienes y se regulaba la tenencia de los hijos. De esta manera las personas que se divorciaban en este marco legal no se podían volver a casar y los hijos que eventualmente tuvieran con otra pareja eran considerados hijos extramatrimoniales.

Según Olga Wormat en "Historia pública y privada de la Iglesia Católica Argentina" la Comisión Episcopal Argentina discutió entonces la posibilidad excomulgar a los legisladores que votaran la ley, pero la idea no prevaleció. Sin embargo, el obispo de Lomas de Zamora, monseñor Desiderio Collino, excomulgó a los diputados de su diócesis. Por otra parte, los sectores más abiertos de la Iglesia, mantuvieron una posición crítica sin ser intolerante, como el caso del obispo Justo Oscar Laguna que manifestó: "El divorcio es un mal, pero es un mal para los católicos, y no podemos imponer en una sociedad plural una ley que toca a los católicos. Son los católicos los que tienen que cumplirla y no el resto".


Webs consultadas:

El historiador.com

Suite101.com

Wikipedia.org

2 comentarios:

  1. Mmm, esto me toca un poco ya que hoy por hoy defiendo más a la Iglesia Católica que en otros tiempos.
    Creo que se debe tener en cuenta:
    1. La Iglesia Católica, es una institución creada por hombres, por ende no es perfecta
    2. No todas mas personas que forman parte de la Iglesia Católica son realmente practicantes en toda la extensión de su palabra y como bien dice el dicho "Hay de todo en la vida del Señor" (en referencia al nivel dos)
    3. Me parece acertado el comentario del Obispo, somos los católicos (y entiéndase por católicos aquellos que practican la religión)los que deben cumplir con los mandamientos de la Iglesia
    4, La iglesia, a pasos hormigas, ha sido evolucionando, intentando adaptarse a los tiempos que corren. En la actualidad se puede solicitar la nulidad del matrimonio. Claro que no es para todos, existe unas 20 razones por la cual se puede declarar nulo el sacramento, pero algo es algo.

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  2. mmm, esto a mi me toca porque en otros tiempos defendía con más tesón la causa católica. Sin animo de polemizar, ahí van unas ideas al respecto...
    Luego de la independencia, la relación con la Santa Sede fue bastante distante durante buena parte del siglo XIX. Obviamente hubo momentos en donde se puso más fluida y otras en la que directamente se quebró. Un libro interesante que recopila la historia es el de Loris Sanata y Distefano, donde se da cuenta de la relación pendulante entre el Estado argentino y la Santa Sede.
    Creo que la construcción del poder eclesial argentino que hoy conocemos, es de un pasado más cercano. El congreso eucarístico, la irrupción de un gobierno con intenciones fascistoides como el de Uriburu, la creación de la Acción Católica, y la posterior influencia del “corporativismo” de las encíclicas de los 30’s sobre la doctrina peronista, hacen que la Iglesia comience a parecerse a lo que es hoy.
    Bueno, ese poder construido durante décadas, no va a ser abandonado. La iglesia va dejar la piel en la cancha con tal de mantenerlo, y es lo que hace cualquier actor en posición dominante. La iglesia nunca aceptó la división de los campos de la modernidad y no lo hace por definición: la vida es en Cristo, y todo esta relacionado con sus enseñanzas, o con lo que la Iglesia entiende como tales. Entonces, un actor como la Iglesia, se ha hecho dominante en campos que no tienen que ver con el campo religioso. Asi, trabaja (a duo con el Estado) en el campo educativo, social y cultural; y como todo dominante no acepta que los dominados impongan la agenda.
    Como bien dice el amigo anonimo, hay muchos matices en la viña del Señor… los invito a que googleen la opinión de Frai Betto sobre la homosexualidad.
    Personalmente, creo que las sociedades creen cada vez menos en que la religión y la fe pasen por lo que cada uno hace en la cama. Y creo tambien, desde mi costado más religioso, que Dios, a la hora de juzgar, va a ser doblemente justo con aquellos que decimos que somos cristianos. Me lo imagino preguntandonos amorosamente una sola cosa: “vos que conocías mi mensaje ¿Cuánto amaste a tus hermanos?”. ¿Qué le voy a contestar? Esa es la cuestión ¿se entiende?.
    Saludos
    Lucas

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