Don Rodolfo Terragno la debe estar pasando mal. En muy poco tiempo perdió a dos personas muy cercanas. Su sobrino Tavo Kupinsky en Enero y en el día de hoy Ricardo Terragno, su primo, víctima de un cáncer en el Parisiennes.
El pasado 8 de enero escribió sobre su sobrino Tavo Kupinsky en Clarin con un título lapidario "Se me piantó Gustavo" y algunas frases para poner la piel de pollo:
"Mis lagrimales están dedicados a Gustavo, un hombrecito incógnito que transpiraba ternura".
"Cuando Gustavo decidió que aprendería a tocar el fueye , Enrique Cadícamo le recomendó no ir al conservatorio".
"Hace un tiempo, él y yo pasamos varias tardes en un estudio de grabación, editando discos añosos en los cuales venerables intérpretes –desde Angel Vargas hasta Edmundo Rivero- ponían su voz a tangos del abuelo José. Aquel ejercicio terminó en un CD, ofrenda conjunta a un letrista olvidado".
"Cuando regresábamos, rozamos la política. Era un oficio que (él decía) no le interesaba. Sin embargo, abrazaba la causa de los derechos humanos; lo sublevaba la pobreza y se indignaba ante la hipocresía o el cinismo de ciertos hombres públicos. Exagerando, sostenía que el poder no tenía ningún rincón limpio. Seguía, empero, la infalible ley del prejuicio: creía que algún político era “la excepción a la regla”."
Aquí el video de una gran canción de Tavo:
Arrivederci,
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