domingo, 5 de diciembre de 2010

Esa joya patagónica ... de la canción

Encontré una entrevista a Lisandro Artismuño con dos declaraciones muy interesantes que deseo compatir con ustedes:



A - Acerca de su vinculación con Rodolfo Paez y Liliana Herrero:

–¿Cómo es su relación con Fito Páez?
–A Fito siempre lo llamo para ir a la casa y que me aconseje cosas. Lo admiro profundamente. Pasó por muchos lugares, vino de Rosario, fue un boom, después lo empezaron a odiar, ahora lo aman de nuevo, tiene mucha guita o no tiene nada, le mataron a las tías, sale con modelos o con señoras grandes, parece un superhéroe, le falta la capa y puede salir del Gran Rex volando. En algún punto siento como si fuera un padre para mí. Lo conocí por Liliana Herrero, que es como una madre también. La puedo llamar y decirle: “Che, un pibe me dijo que mi música es una mierda, estoy redeprimido”, y Liliana me dice: “No seas pelotudo, vení, vamos a tomar una cerveza en el bar de la esquina”. Y apenas llego, ella me empieza a subir el ego".


B - Acerca de la industria de la música:

"Lo difícil es no transar cuando estás ahorcado y en ese momento no lo hice. Tuve varios ofrecimientos. Un día me llamaron y me dijeron: “Queremos usar una canción tuya para una publicidad. La vamos a vender a todo el mundo”. Yo le agradecí y le respondí que no me interesaba. Entonces el tipo me dijo: “Pero todavía no te dijimos la cantidad de ceros”. “Menos”, le respondí y corté. Era Coca Cola. Estoy casado desde hace 16 años, la mitad de mi vida. Cuando se lo conté a mi mujer, no sabés qué hermoso abrazo me dio. Me dijo: “Sos regroso, boludo”. Ella me pagó con ese abrazo."



Arrivederci, consecuentes

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