
Recién llegado para inaugurar la feria del libro, el premio nobel lanzó el primer dardo:
"Una de las grandes victorias de la izquierda más dogmática consiste en que la palabra liberal, que es hermosa porque está asociada a libertad, se haya convertido en una mala palabra".

¿Alguién pondrá la otra mejilla?
Arrivederci, montescos
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si deseas acumular caracteres en vacua finalidad ¡Hazlo! y el moderador se ufanará de su clickeante bipolaridad